RE ENCONTRANDO(ME)

"...tienes que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro."

Steve Jobs, Universidad de Stanford, 2005



Este post iba a llamarse "BALANCEÁNDOME" (como todos los posteos que solía subir al cierre de cada año). Pero este año, más que de balance, fue de encuentros, desencuentros y reencuentros.
No quiero contarles de los tres, sólo de los últimos: los reencuentros.
A principios de año, volví a encontrarme con el teatro. Con Rafael Núñez, Claudia Sosa, Daniel Sosa y Denise "Ale" Marset encaramos el armado de nuestra versión de "Aeroplanos" (de Carlos Gorostiza) y en ese momento, cuan lejos estaba yo de saber o siquiera sospechar que el teatro me iba a llevar a reencontrarme con tantas emociones lindas y con tanta gente... y entre esa gente, estaba, estoy y estaré yo.

"Si querés saber quién sos, pensá un poco en lo que fuiste
otras vidas que viviste para llegar a ser vos.

Tené presente mi amor, que existís porque exististe
sos hoy el fuego que fuiste, llamita de aquel calor"


Mauricio Rosencof ("El vendedor de reliquias")


En agosto, hicimos una función muy emotiva a la que asistieron mis maestras de quinto y sexto año de escuela: Dalel Casanova y Nelly Fullana. Al final de la obra nos estrechamos en un emocionadísimo abrazo y prometimos encontrarnos para conversar mas tranquilos.
Sobre finales de noviembre, en otra función muy cargada de emociones, Nelly (mi maestra de sexto) nuevamente estaba entre el público, esta vez con "una amiga" que me había anunciado que la acompañaría. Esa "amiga" resultó ser Silvia, mi ex compañera con quien habíamos compartido toda la primaria. Obviamente las emociones volvieron a apoderarse del momento y un cúmulo de imágenes se atropellaron pasando por mi cabeza al ver a esa hermosa mujer que me devolvió a aquella niña sonriente.

Para no extenderme demasiado en detalles innecesarios, sólo diré que el corolario llegó anoche. Nos comunicamos desde hace unas semanas por Whatsapp y finalmente pudimos re encontrarnos un grupo de ex alumnos de la escuela 139 del Barrio Capra, que a principios de los 80 tuvimos a Dalel como maestra de 5to y a Nelly como maestra de 6to... y volvimos a ser niños!!!



Pedro

Pedro, como siempre, fue el anfitrión. Desde niño lo fue... y eso que llegó al grupo en quinto año (junto con las maestras). 
Pedro sigue siendo aquel niño que, aunque se incorporó útlimo al grupo, supo hacerse querer y ser -ciertamente- el centro de muchas de las ocurrencias de entonces. Con esa misma lógica puso a disposición su casa y nos recibió con la calidez que siempre lo caracterizó.
Tiene una familia hermosa, con una compañera digna de la calidez de Pedro: Laura, y una niña divina (Camila), que es como volver a ver a Pedro niño, con el pelo largo.
Cuando Pedro te rodea con sus brazos, uno ya venía pre sintiendo su abrazo, porque Pedro abraza con la mirada y con la sonrisa franca y cálida que es parte inseparable de su persona.



Silvia

Silvia es organizada y organizadora. Todo este re encuentro nació desde ella y no podía haber sido de otro modo.
Ella se encargó de armar el grupo en Whatsapp y de hacerse espacios en su apretadísima agenda para irnos convocando.
Silvia es hermosa, inteligente, cálida y muy graciosa.
Es imposible que Silvia pase desapercibida, ella es un torbellino en marcha y su determinación la precede.
Silvia fue abanderada en la escuela y  -quizás- esa sea la mejor forma de definirla: la abanderada. Ella tomó este reencuentro como una bandera y -aun careciendo de tiempos materiales por sus responsabilidades laborales- defendió esa bandera con todo su corazón.
Silvia es, además, sumamente emotiva. Su sonrisa constante intentó, en todo momento, controlar su emoción al borde de las lágrimas. En apariencia lo consiguió.


Virginia

Con Virginia es una de las pesonas con las que no he perdido el contacto.
Virginia es tremendamente trabajadora, desinhibida y avasallante. Cuando Virginia se propone algo, seguro lo consigue. Es determinada y constante. No se rinde ante nada ni nadie cuando se ha fijado una meta y sabe -sonrisa mediante- dejar claro que tiene un propósito y que no se detendrá hasta alcanzarlo.
Sigue siendo la niña mandonienta y tierna con la que compartimos clases y travesuras desde los seis años hasta bien entradas nuestras respectivas juventudes. Y sigue, además, siendo una amiga hermosa y sincera (al punto de la incomodidad si es necesario), con quien sé que puedo contar en todo momento.



 Anibal Mauro

El compañero con nombre de telenovela: Anibal Mauro (le llamo así porque cada uno le llamamos con uno u otro nombre, no terminamos de coincidir), siempre fue -y sigue siendo- algo introvertido. 
Desde niño se caracterizó por acompañar las correrías de todos sin intentar sobresalir. 
Es respetuoso y parece distante, sin embargo, espera el momento en que "no hay público" para mostrar su lado más emotivo. Anoche, al despedirnos me dio un abrazo tremendamente cálido y me agradeció mi insistencia para que él participara de esta instancia. Fue su modo, sencillo y sincero, de expresar su gratitud por las emociones vividas.



Gabriela

Gabriela es -igual que Anibal Mauro- discreta y silenciosa. Gaby participa pero con cierto grado de modestia.
A Gaby es a quien menos conozco porque -aunque estábamos en la misma clase- no compartíamos grupos de interés, sin embargo recuerdo que no era de las compañeras más "ruidosas" del grupo.
Es muy servicial. Siempre intentó colaborar en la preparación del re encuentro, y siempre lo hizo con un dejo de "perfil bajo". Algo así como "yo estoy pero que no se note mucho".
Es muy trabajadora y basta hablar dos palabras con ella para saber que su familia es su vida.



Sandra



Sandrita es la alegría. Cuando Sandrita ríe, no para.
De niña me parecía sumamente introvertida, ahora parece otra persona. 
Sandrita tiene mil vivencias (algunas muy duras) y aun así no deja de sonreir y de apostar por las cosas lindas. Es también muy trabajadora y da placer escucharla hablar de su familia.
Tiene siempre la emoción a flor de piel y fue (junto con Pedro y Ángela) una de las que volvió a mostrar en su mirada fascinada, la niña de hace casi cuatro décadas. Tiene una memoria increíble de decenas de nombres y sucesos de hace 38 años (que a la mayoría nos cuesta recordar) y una sonrisa que hace desaparecer cualquier malestar.



Ángela


Ángela (o "Angie") sigue siendo ella. Es la misma. Sigue siendo la niña hiper ocurrente, incapaz de pasar desapercibida, noble, cálida, linda, trabajadora y cariñosa que recibimos en cuarto año (según recuerda ella de un modo bastante violento).
Ángela llegó un poco más tarde por sus horarios laborales y se adueñó de la reunión. Pero no lo hizo conscientemente, simplemente sucedió.

Angie llegó, tomó asiento y comenzó a ser ella. Y todo el resto comenzamos a disfrutar a Angie. 
Ángela es madre y abuela con todo su ser. Y además es amiga, compañera, solidaria y honesta como sólo ella sabe ser.
Con Angie sólo hay que dedicarse a disfrutar, porque ella se encargará de no dejar que pases mal.



Teresita (y Nelsa)

Y desde una lejana Barcelona, no podía estar presente, pero no estuvo en ningún momento ausente, Teresita.
Teresita es la continuación de aquella niña delgadita y tierna que nos acompañó en los seis años de primaria, ahora convertida en una hermosa mujer que palpitó todo el preparativo de la reunión como si pudiera teletransportarse y estar entre nosotros en cualquier instante.
No fue necesario. Estuvo y está presente. Ella es parte de nosotros como nosotros somos parte de ella. 
Y además es la única de los ex alumnos que no estuvo sola. Con Teresita y con nosotros siempre está Nelsa, la mamá de Teresita. Nelsa fue en nuestra infancia la cómplice de nuestras travesuras, sin dejar de guiarnos para que no se nos fuera la mano. Nelsa es -junto a nuestras maestras- responsable de mucho de lo bueno que hallamos hecho y vayamos a hacer en nuestras vidas. 
Y Tere es una dignísima hija de Nelsa



Raúl

Ahora me toca intentar mirarme desde fuera y contarles de mí (empresa por demás difícil... casi imposible). 
Quizás lo más certero que tenga para decir de mí y de esta instancia sea algo que expresé a un grupo de amigos cuando me re encontré con ellas dos hace unos meses: soy "un gurí de 10, 11 años encerrado en el cuerpo de un cincuentón que todavía no puede controlar la emoción repasando esos abrazos" 



Dalel

Dalel sigue siendo una hermosa mujer (ayer recordábamos que fue la maestra de la que nos enamoramos todos los varones). 
Siempre parece estar analizando todo. Observa cada situación, cada instante. Parece querer extraer todos los datos posibles para poder plasmarlos en el siguiente tema a enseñar. Dalel es "la maestra", hasta en su forma de caminar.
Sin embargo, detrás de esa imagen que por momentos puede parecer algo distante, hay una persona tremendamente sensible y emotiva que "acumula" sensaciones en su interior, para luego disfrutarlas consigo misma y dar rienda suelta a las emociones sin estridencias.
Dalel (permítanme la digresión personal), siempre vivirá en mí como aquella maestra jovencita que tuvo que contenerme en el momento más duro de mi vida, que me marcó en forma indeleble.
Dalel es Dalel (¿para qué agregar más?).




Nelly

Nelly es la ternura hecha sonrisa. 
Nelly siente (y se le nota). 
Su joven edad y su baja estatura nunca fueron obstáculos para controlar a un grupo de niños (casi adolescentes), muchos de los cuales eran particularmente complicados.
Quien conoce a Nelly, quiere a Nelly. Así de simple.
Nadie puede escapar a su particular forma de ganar el corazón de todo el mundo.
Creo que con Nelly aprendimos que es posible la ternura en la firmeza y la defensa de nuestras convicciones con amabilidad y calidez.
Y al igual que Dalel, marcó nuestras vidas con lo mejor de la suya.


Para cerrar quizás sea oportuno decir como dice la canción: "gracias a la vida, que me ha dado tanto", y seguramente mis ex compañeros de clase y nuestras maestras (porque siguen siendo nuestras maestras), estén de acuerdo con ese cierre.
Pero como "una imágen es mejor que mil palabras", dejemos algunos abrazos que sirvan para graficar una noche perfecta de reencuentros y emociones infinitas.


6 comentarios:

  1. Hermoso y muy emotivo, se te quiere Raúl Ávila

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  2. 👏👏👏que lindo es encontrarse con toda esa gente con tanta historia 😍

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  3. Cosas como esas son tan importantes en nuestra vida con solo leerlos te traen mucho recuerdo

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  4. Amigo como no quererte me has hecho llorar de emocion de principio a fin!!!😍😍😍😍😍

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  5. Muy bueno Raúl. Gracias por estas crónicas.

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  6. Estimado Raúl: Creo que esta historia es algo grande. Y sospecho que no nos daremos nunca cuenta de su real magnitud.
    Con Dalel en Piriápolis recordaba la frase del filósofo español Ortega y Gasset, quien afirmaba que el hombre es el hombre y su circunstancia. Esto, si lo traducimos al lenguaje políticamente correcto contemporáneo sería algo como "cada persona es un ser humano y su circunstancia". Y reflexionemos: las circunstancias históricas, políticas y económicas de aquel entonces dejaron mucho que desear. Hay que rendirse a la evidencia que todos los actores de esta situación resultaron más personas que su circunstancia. Y ahí está lo bueno de entonces y de ahora. Gracias a todos por ello y a disfrutarlo como se disfrutan de las grandes pequeñas cosas de la vida.
    Lanzados hacia un futuro que no podemos avizorar en su diseño final, no nos contentaremos nunca con ser un mero producto de las circunstancias.
    Y sospecho que hay más aspectos que no somos aún capaces de aquilatar en su real medida.
    Saludos cordiales,

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