COMO NUESTROS PADRES

Como Nossos Pais - Elis Regina

Não quero lhe falar, meu grande amor
Das coisas que aprendi nos discos
Quero lhe contar como eu vivi
E tudo o que aconteceu comigo
Viver é melhor que sonhar

Teníamos tantos sueños, tantas ilusiones, tanto empuje, tanto vuelo... todo podía ser, todo estaba pronto a ser descubierto... pero ahora "vivir es mejor que soñar"

Você me pergunta pela minha paixao
Digo que estou encantado com uma nova invencao
Eu vou ficar nesta cidade nao vou voltar pro sertao
Pois vejo vir vindo no vento
O cheiro da nova estacao
E eu sei de tudo na ferida viva do meu coracao


La pasión no ha muerto y sin embargo, parecería controlada (será que se puede controlar una pasión?).

Você pode até dizer que eu estou por fora
Ou entao que estou inventando
Mas é você que ama o passado e nao vê
Mas é voc6e que ama o passado e que nao vê
Que o novo sempre vem

Es que aunque intentamos mantener intactos y a salvo de las nuevas generaciones, de las nuevas modas, del posloquesea, lo nuevo siempre vino (y seguirá viniendo)

E hoje eu sei que quem me deu
A idéia de uma nova consciência e juventude
Está em casa guardado por Deus
Contando o vil metal

Entonces nos refugiamos en las excusas amables, aquellas que nos liberan de la responsabilidad de nuestros actos, la culpa siempre es de otros

Minha dor é perceber que apesar
De termos feito tudo o que fizemos
Ainda somos os mesmos e vivemos
Ainda somos os mesmos e vivemos
Como nossos pais

Hasta que llega un día (cualquiera) en el que tomamos conciencia (parcial o cabal) de que estamos repitiendo errores ajenos... simplemente porque "seguimos siendo los mismos y vivimos como nuestros padres"

Canción "Como nuestros padres" de Belchior
interpretada (magistralmente) por Elis Regina

LOS HIJOS INFINITOS (Andrés Eloy Blanco)

En el post de los seis años de mi Sebita, recibí (además de comentarios hermosos) un presente de mi amiga blogger Olvido, que me dejó sin palabras, sin aliento.
Gracias amiga, un presente de este tipo, de parte de una madre como tú tiene un valor muy particular. Gracias infinitas...



Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga,
y al del coche que empuja la institutriz inglesa,
y al niño gringo que carga la criolla.
y al niño blanco que carga la negra,
y al niño indio que carga la india,
y al niño negro que carga la tierra.

Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena, y la plaza y el puente,
y el mercado y la iglesia,,
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el !ay! es suyo o si la sangre es nuestra.

Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas, y la misma enana
y el príncié de Francis y su princesa,
y el que tiene San Antonio en los brazos,
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.

Y cuando se tienen dos hijos,
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos que con las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan;
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda;
los que el hombre de estado, que tiene un lindo niño,
quiere con dios adentro y las tripas afuera;
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima,
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga
toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.

Cuando se tienen dos hijos,
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas,
y ensangrantar las pelotas de goma,
y zambullir en llanto los ferrocarriles de cuerda.
cuando se tienen dos hijos,se tiene la alegría
y el !ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto,
a ver cuál será nuestra escogencia
si el modo de llorar de el universo
o el modo de alumbrar de las estrellas.







Gracias otra vez Olvido... gracias, gracias, gracias...

ILUSTRE



Hace apenas dos días, la Intendencia Municipal de Montevideo, nombró ciudadano ilustre al escritor Eduardo Galeano
Justo y merecido reconocimiento a uno de los autores más representativos de la literatura uruguaya.
Un estilo lúcido y comprometido caracteriza a la obra del escritor, en donde abunda la mirada crítica a la sociedad actual y sus contradicciones, sin evitar el tono tierno cuando así lo requiere el relato.
Salud Eduardo, quienes sabemos reconocer su calidez y calidad estamos de parabienes en estos días.
Les dejo a continuación, un texto del escritor para que lo disfruten (como lo hago yo) todos quienes gusten




Tomado del diario La Jornada México 15/4/2001
Los derechos de los trabajadores, ¿un tema para los arqueólogos?

Eduardo Galeano

Más de 90 millones de clientes acuden, cada semana, a las tiendas Wal-Mart. Sus más de novecientos mil empleados tienen prohibida la afiliación a cualquier sindicato. Cuando a alguno se le ocurre la idea, pasa a ser un desempleado más. La exitosa empresa niega sin disimulo uno de los derechos humanos proclamados por la Organización de Naciones Unidas: la libertad de asociación. El fundador de Wal-Mart, Sam Walton, recibió en 1992 la medalla de la libertad, una de las más altas condecoraciones que otorga Estados Unidos.

Uno de cada cuatro adultos estadunidenses, y nueve de cada diez niños, engullen en McDonald's la comida plástica que los engorda. Los trabajadores de McDonald's son tan desechables como la comida que sirven: los pica la misma máquina. Tampoco ellos tienen el derecho de sindicalizarse.

En Malasia, donde los sindicatos obreros todavía existen y actúan, las empresas Intel, Motorola, Texas Instruments y Hewlett Packard lograron evitar esa molestia. El gobierno de Malasia declaró "union free", libre de sindicatos, el sector electrónico. Tampoco tenían ninguna posibilidad de agremiarse las 190 obreras que murieron quemadas en Tailandia, en 1993, en el galpón trancado por fuera, donde fabricaban los muñecos de Sesame Street, Bart Simpson y los Muppets.

Bush y Gore coincidieron, durante la campaña electoral del año pasado, en la necesidad de seguir imponiendo en el mundo el modelo estadunidense de relaciones laborales. "Nuestro estilo de trabajo", como ambos lo llamaron, es el que está marcando el paso de la globalización, que avanza con botas de siete leguas y entra hasta en los más remotos rincones del planeta.

La tecnología, que ha abolido las distancias, permite ahora que un obrero de Nike en Indonesia deba trabajar 100 mil años para ganar lo que gana, en un año, un ejecutivo de Nike en Estados Unidos, y que un obrero de la IBM en Filipinas fabrique computadoras que él no puede comprar.

Es la continuación de la época colonial, en una escala jamás conocida. Los pobres del mundo siguen cumpliendo su función tradicional: proporcionan brazos baratos y productos baratos, aunque ahora produzcan muñecos, zapatos deportivos, computadoras o instrumentos de alta tecnología, además de producir, como antes, caucho, arroz, café, azúcar y otras cosas malditas por el mercado mundial.

Desde 1919, se han firmado 183 convenios internacionales que regulan las relaciones de trabajo en el mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo, de esos 183 acuerdos Francia ratificó 115, Noruega 106, Alemania 76 y Estados Unidos... 14. El país que encabeza el proceso de globalización sólo obedece sus propias órdenes. Así garantiza suficiente impunidad a sus grandes corporaciones, lanzadas a la cacería de mano de obra barata y a la conquista de territorios que las industrias sucias pueden contaminar a su antojo. Paradójicamente, este país que no reconoce más ley que la ley del trabajo fuera de la ley es el que ahora dice que no habrá más remedio que incluir "cláusulas sociales" y de "protección ambiental" en los acuerdos de libre comercio. ¿Qué sería de la realidad sin la publicidad que la enmascara?

Esas cláusulas son meros impuestos que el vicio paga a la virtud con cargo al rubro de relaciones públicas, pero la sola mención de los derechos obreros pone los pelos de punta a los más fervorosos abogados del salario de hambre, el horario de goma y el despido libre. Desde que Ernesto Zedillo dejó la presidencia de México pasó a integrar los directorios de la Union Pacific Corporation y del consorcio Procter & Gamble, que opera en 140 países. Además, encabeza una comisión de las Naciones Unidas y difunde sus pensamientos en la revista Forbes. En idioma tecnocratés, se indigna contra "la imposición de estándares laborales homogéneos en los nuevos acuerdos comerciales". Traducido, eso significa: arrojemos de una buena vez al tacho de la basura toda la legislación internacional que todavía protege a los trabajadores. El presidente jubilado cobra por predicar la esclavitud. Pero el principal director ejecutivo de General Electric lo dice más claro: "Para competir, hay que exprimir los limones". Los hechos son los hechos.

Ante las denuncias y las protestas, las empresas se lavan las manos: yo no fui. En la industria posmoderna, el trabajo ya no está concentrado. Así es en todas partes, y no sólo en la actividad privada. Los contratistas fabrican las tres cuartas partes de los autos de Toyota. De cada cinco obreros de volkswagen en Brasil, sólo uno es empleado de la empresa. De los 81 obreros de Petrobrás muertos en accidentes de trabajo en los últimos tres años, 66 estaban al servicio de contratistas que no cumplen las normas de seguridad. A través de 300 empresas contratistas, China produce la mitad de todas las muñecas Barbie para las niñas en todo el mundo. En China sí hay sindicatos, pero obedecen a un estado que en nombre del socialismo se ocupa de la disciplina de la mano de obra: "Nosotros combatimos la agitación obrera y la inestabilidad social, para asegurar un clima favorable a los inversores", explicó recientemente Bo Xilai, secretario general del Partido Comunista en uno de los mayores puertos del país.

El poder económico está más monopolizado que nunca, pero los países y las personas compiten en lo que pueden: a ver quién ofrece más a cambio de menos, a ver quién trabaja el doble a cambio de la mitad. A la vera del camino están quedando los restos de las conquistas arrancadas por dos siglos de luchas obreras en el mundo. Las plantas maquiladoras de México, Centroamérica y el Caribe, que por algo se llaman "sweat shops", talleres del sudor, crecen a un ritmo mucho más acelerado que la industria en su conjunto. Ocho de cada diez nuevos empleos en Argentina están "en negro", sin ninguna protección legal. Nueve de cada diez nuevos empleos en toda América Latina corresponden al "sector informal", un eufemismo para decir que los trabajadores están librados a la buena de Dios. La estabilidad laboral y los demás derechos de los trabajadores, ¿serán de aquí a poco un tema para arqueólogos? ¿No más que recuerdos de una especie extinguida?

En el mundo al revés, la libertad oprime: la libertad del dinero exige trabajadores presos de la cárcel del miedo, que es la más cárcel de todas las cárceles. El dios del mercado amenaza y castiga; y bien lo sabe cualquier trabajador, en cualquier lugar. El miedo al desempleo, que sirve a los empleadores para reducir sus costos de mano de obra y multiplicar la productividad, es, hoy por hoy, la fuente de angustia más universal. ¿Quién está a salvo del pánico de ser arrojado a las largas colas de los que buscan trabajo? ¿Quién no teme convertirse en un "obstáculo interno", para decirlo con las palabras del presidente de la Coca-Cola, que hace un año y medio explicó el despido de miles de trabajadores diciendo que "hemos eliminado los obstáculos internos"? Y en tren de preguntas, la última: ante la globalización del dinero, que divide al mundo en domadores y domados, ¿se podrá internacionalizar la lucha por la dignidad del trabajo? Menudo desafío.


SEIS



Era una madrugada fría... El teléfono sonó (el clásico pesimismo uruguayo me hizo pensar en lo peor), del otro lado, la voz esperada, la frase esperada: "está llegando"...
Salimos corriendo, el miedo, la alegría, la esperanza (que se había vuelto en una traicionera), todo se juntaba, se mezclaba, se mareaba.


A las ocho del día ocho, llegaste. Si eras niña serías Monseratt... pero fuiste niño (menos mal)... fuiste (sos) Sebastián, en honor al santo que soportó el suplicio de ser asesinado por defender a los menos agraciados, con las armas de los menos agraciados.

Recuerdo el momento en que te posé en mi antebrazo... te veías tan frágil, tenía (tengo) tanto miedo de perderte...

No puedo creer que hayan pasado seis años... no puedo creer que aquello tan pequeño, que cuando apoyaba su cabeza en mi pecho sus pies quedaban a la altura de mi vientre, ahora me diga: "yo te voy a cuidar, papo"

Hoy tengo un sabor raro en mí... disfruté el comienzo del día, y hubiera querido disfrutarte todo el día... sé que es infantil, egoísta, tonto de mi parte. Pero es (soy) así.

Feliz cumple amor, nada en el mundo me da la alegría que cada día, con cada gesto, con cada cosa me das vos.

Espero ser lo que merecés que sea... si no es así, tené paciencia a este padre inexperto.

Feliz cumpleaños

Te amo