Vivieron muchos años juntos, muchos.
No siempre felices.
Ella tenía una salud muy frágil, por eso él fue (durante buena parte de su matrimonio) un poco esposo, un poco asistente de salud, otro poco padre.
Él jamás emitió una queja, jamás.
Finalmente llegó el final. Ella se fue y muchos (casi todos), pensaron (pensamos): "finalmente descansa". Y casi de inmediato, pensamos "él también descansa, pero ¿qué será de su vida ahora?"
Poco a poco fuimos viendo cómo lleva su vida calma, sin ella.
Hace poco le comentó a alguien: "a veces la extraño, y cuando eso pasa, cierro todo para que no me vean (y no piensen que estoy loco), pongo un tango y lo bailo"
Historia verídica