Estuve unos días escapando de todo...
Y escapando de todo, llegué hasta Salto (al norte de mi país, Uruguay).

Hacía tiempo me debía esto... así que me comuniqué con
Vane (oriunda de Salto), le pedí que me ayudara a encontrar alojamiento por el corto tiempo que iría (un pequeño hotel absolutamente acogedor) y me fui a conocer ese pedacito de mundo.

Lo primero que me impresionó fue lo cerca que se ve la costa argentina (Concordia). Parecería que uno puede cruzar nadando de costa a costa.
Luego, en la tarde conocí personalmente a mi anfitriona. Mates mediantes, compartimos una tarde de caminata y charla por la costa del Río Uruguay. Obviamente, letras tan dulces, sólo pueden nacer de una persona bellísima... Vane es así.
Tiene voz de niña traviesa y cuando cuenta algo uno lo vive (igual que en su blog). Cálida, amena, con una sonrisa maravillosa y una capacidad de dar pocas veces encontrada. No me alcanzan las palabras para agradecerle tanta bondad.
Al día siguiente, visité la gruta del
Padre Pío (o como algunos lo conocen: San Pío), lugar en el cual hay quienes aseguran presenciar avistamientos de ovnis y fenómenos sobrenaturales.

Se accede al lugar, luego de recorrer tres kilómetros a pie, por un camino de tierra que nace en una de las rutas nacionales.
Más allá de creencias, el lugar tiene un efecto singular en quienes lo visitan.
En lo personal, me encontré en ese lugar descampado y en determinado momento, sin explicación alguna, sentí un escalofrío extraño... ni lindo ni feo, extraño.
En fin, no pretendo que esto sea una bitácora ni nada por el estilo, simplemente quería contarles de un lugar maravilloso, cuyos habitantes son absolutamente cálidos, donde se puede encontrar desde paisajes maravillosos, hasta hoteles con aguas termales naturales.
Allí llegué casi por azar... allí me desconecté del ruido y del asfalto. Allí conocí a Vane, me deleité con sus historias, con su forma de ser y de contar... y allí, sin duda alguna quedó algo de mí... disfrutando de todo eso y de todo lo que no pude por el poco tiempo que estuve.
Si pueden, vayan a Salto. No se van a arrepentir. Y si les pasa como a mí, seguro volverán

"LO BUENO Y LO MALO
QUE EN LA VIDA HAGAMOS
TRASCIENDE AL TIEMPO Y TIENE REPERCUSIÓN
EN LA ETERNIDAD"
(Cuadro dentro de la Capilla del Padre Pío)