42

Durante mucho tiempo hice las cosas del modo correcto, porque entendía que ese era el modo de hacer las cosas... y no me fue bien.
Luego empecé a hacer las cosas del modo diametralmente opuesto. Provoqué el asombro generalizado. Nadie suponía que -justo yo- rompiera "las reglas" aceptadas y respetadas por la enorme mayoría... Tampoco me fue bien.
Hoy llego a los 42. Me encontré hace poco con una mujer hermosa y maravillosa, que sabe hacer de las cosas simples una fiesta. .Sin sobresaltos y sin rutinas. Simplemente disfruta la magia y no se distrae en complicaciones. Empezamos a construir el "nosotros".
Ya no hago las cosas del modo correcto ni incorrecto... aprendí que tengo que hacer las cosas A MI MODO. Sin intentar agradar a nadie, ni asombrar a nadie.
Parece que finalmente estoy aprendiendo a disfrutar.