APARECIDA

Porque siempre, siempre
aparecés o volvés (lo mismo da)
no hay tiempo, no hay dolor
solo presencia, ardor y necesidad
tiempo, calor, sabor

camino
sólo hay camino
todo es camino

más allá de sabores amargos
de tiempos o destiempos
de aguas minerales o vinos
estás, estoy, estamos

y es esta necesidad de decir
que delata vida
donde todo parece resignación
"luz de las mareas"

5 comentarios:

  1. La otra noche, mientras me fumaba un cigarro y destapaba dos latas de cerveza junto a la cañada que está en el bosque... una lata para mí y la otra para Janaína, me acordé de vos.
    Sabelo.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. No puedo explicarte la alegría que me das Gato.
    Te cuento que el dos de febrero, mientras miles de uruguayos estaban en la Playa Ramírez, saludando, pidiendo y agradeciendo a Nuestra Madre, yo estaba subiendo (por segunda vez en mi vida) al coloso de Momo, al Ramón Collazo, esta vez con la Agrupación Lubola MI MORENA.
    Rindiéndole homenaje al Cordón, La Comercial y Tres Cruces (ya que la comparsa es un poco de esos tres barrios), vibrando con la experiencia y sintiéndome de un modo absolutamente indescriptible.
    Abrazo de soles (como suele decir el "Pepe Veneno")

    ResponderEliminar
  3. Leí ayer por la mañana este poema, y me dejó una sensación de no sé qué desconcierto/desasosiego.

    Volví hoy, y la sensación persiste.
    No sé, seguramente soy yo, que no estoy para estar.

    ResponderEliminar
  4. Raúl! me "muedo" de envidiaaaaaaaaaa! y estoy recontra feliz por vos! vamo' Mi Morena!! salen los Pintos?? Estás haciendo tablados?
    te mando un beso enorme.

    ResponderEliminar
  5. METAMORFOSIS de las palabras (Con tu permiso?)

    Porque siempre, siempre
    vuelvo
    desandando el tiempo,
    transitando dolor
    sin presencia,
    latiendo gritos que se disfrazan de olvido

    camino
    sólo hay camino
    siempre es camino

    provocando tus sabores amargos
    con tiempos y destiempos
    para enturbiar y deshechar para siempre
    las aguas minerales o vinos
    no estás, no estoy, no estamos

    y es esta necesidad de callar
    que encierra una vida y una muerte
    y todo se guarda en un viejísimo cofre...
    donde tampoco llegará nunca la marea.

    ResponderEliminar

manos sobre manos