Sólo estaba trabajando
dando vueltas aquí y allá
corriendo entre los andenes
tratando de coordinar
quién explicará esta parte
donde dormiremos hoy
mañana debemos hacer esto
resaltar el punto dos
y cuando menos lo espero
aparece de la nada
una caricia-mirada
sin mayor pasión o esmero
que regalar su sonrisa
tan fresca como la brisa
tan frontal, tan elegante
que provocó en ese instante
algún temor olvidado
desconocido o guardado
desde quién sabe qué viernes
y me susurra a mi lado
"otra vez Dragones Verdes"