LAS DOS VÍCTIMAS

En este mundo traidor
nada es verdad ni mentira
todo es según el color
del cristal con que se mira

Cuando era niño, en casa los dos perros estaban atados. A mis padres no les gustaba la idea de que estuvieran sueltos por el patio, ya que mis hermanos venían siempre con muchos amigos y temían que los perros (que no eran de raza, ni agresivos), pudieran -intempestivamente- atacar a alguno.
Entre el enjambre de amigos de mis hermanos, había uno (Aníbal), que tenía por costumbre llegar y tirarle una piedra a uno de los perros.
Nulo éxito tenían mis padres y mis hermanos en los reiterados pedidos para que depusiera esa conducta.
Cierto día, llegan mis hermanos con sus amigos y Anibal cumplió puntualmente su ritual. Imprevistamente el perro se soltó, y entre medio de todos los niños buscó los pies de su agresor y lo mordió.
Luego de las corridas lógicas (llevar al niño al médico, verificar la gravedad de la herida, hablar con sus padres), el perro fue reprendido por mi padre y volvieron a atarlo (esta vez reforzando las cadenas).
Con el correr de los días, en casa fuimos comprendiendo que el animal reaccionó ante una agresión sistemática y gratuita del único modo que sabía y podía hacerlo. La familia de Aníbal, en cambio, no entendía como no había sido sacrificado el perro, ya que -para ellos- ese animal era una amenaza para cualquier niño del barrio.
De hecho, por un buen tiempo ambas familias estuvieron distanciadas.

En estos tiempos, en que tanto se habla de violencia, la renuncia del sacerdote Mateo Méndez, a la dirección del Instituto de Tratamiento y Rehabilitación Juvenil (INTERJ) puso sobre el tapete uno de los costados más oscuros de la violencia social.
Para muchos, los jóvenes que allí caen son "irrecuperables". En cambio, el Padre Mateo Méndez intenta llamar la atención sobre las condiciones de alojamiento y hacinamiento en que los jóvenes infractores deben estar, cuando son llevados a los mal llamados "Hogares".
El Padre Mateo había fundado en los años 80, la organización Tacurú, en medio de algunos de los barrios más comprometidos social y económicamente en Montevideo. Allí, durante nueve años, llevó a cabo una labor social que ahora tiene vida propia, alejando a los jóvenes de los círculos delictivos y encaminándolos en la inserción social (esa que tantos debates infructuosos y frases políticamente correctas insume). Luego inició en Tacuarembó una obra similar que durante diez años timoneó con igual éxito. Con el INTERJ (y sobre todo con las trabas políticas y burocráticas) no pudo seguir más allá de seis meses de gestión.
El grueso de la opinión pública seguirá sosteniendo que muchachos, cuyas edades oscilan en los 13 a 18 años, que empuñaron un arma para cometer un delito son irrecuperables; los que pensamos como el Padre Mateo seguiremos opinando que hay que replantearse la responsabilidad social y la contínua y gratuita agresión a la que sometemos a esos jóvenes (con falta de oportunidades y exclusión social), que termina sacando de ellos su costado agresivo más primitivo.
Y mientras tanto, seguiremos sin ver que hay víctimas de ambos lados. Unas más visibles, otras menos.
Pero víctimas al fin.

9 comentarios:

  1. Llegué primera "de nuez!!!" Me encantó el post. Luego paso a comentar con mayor profundidad y propiedad de lo que podría hacerlo ahora.

    Un beso amor.
    Caro

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  2. Todos somos victimas, unos más otros menos, de que el mundo en que habitamos (porque algunos no viven en él...) saca la violencia y lo peor de cada uno. Y de este modo,está cada vez más lejos la posibilidad de vivir en relativa armonía y paz. Creo en el Padre Mateo Méndez y en su obra en Tacuruses y espero que no decaiga en su empeño en el que todos deberíamos comprometernos y colaborar. Egoístamente, creo que me sentiría en primer lugr yo, mucho mejor ser humano.Excelente tu post. Un abrazo, y un buen e imputaul domingo.

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  3. Raúl:
    defederse, como tu perro de la niñez, es natural. Esperable.

    Los jóvenes están viviendo un mundo tan injusto, con tan pocas oportunidades, que es de esperar esta "violación" a la justicia.
    Justicia???

    Acá en Argentina es alarmante.
    En serio.
    Todo está muy mal.

    Yo hago mi parte con los chicos de la escuela.
    Y confío.

    Y cuando tengo a mi alcance un muchachito, le hablo, le compro, le digo que puede llegar, que puede.

    Sin perder las esperanzas. También confío en Dios.
    Un beso para vos y otro para las manitos de Sebastián.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Creo que es dificil ponerse en la piel de la victimas de esos jóvenes.
    Yo tengo algunos familiares que tuvieron alguna experiencia y puedo decirte que no son ningunos santos.
    Como tú planteas las cosas puede verse algo diferente, pero saber de lo que son capaces llega a provocar sentimientos muy bajos.

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  6. Es todo un tema, y como lo hacen político... lo arruinan. La politica ensucia todo.

    Bss.

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  7. Caro
    No entendí eso de "de nuez!!!"
    Beso

    CASANDRA
    No creo que el Padre Mateo decaiga. En realidad, luego de oírlo en una entrevista radial, creo que dejó en claro que lo que lo superó no fue la tarea encomendada sinó el manejo trivial de algunas situaciones.

    .:*:. Ferípula .:*:.
    Es curioso Feri, hace como dos años que te visito y hace poquito me entero de tu condición de maestra.
    Tu tarea y la de tus colegas es muy exigentes en estos tiempos de violencia endémica. Por eso mismo, debería ser mucho más tenida en cuenta a la hora de buscar soluciones a estos temas.
    Gracias por tus besos para las manitos de mi Seba. Les mando otros para tí y los tuyos.

    Alfredo
    Nadie dice que sean unos santos (ni siquiera el Padre Mateo lo dice).
    En todo caso, lo que intento señalar en el post es que, como dice el Padre Mateo, debemos concentrarnos en cumplir con el cometido de las instituciones que deben rehabilitar a los menores infractores.
    Un abrazo y son bienvenidas tus manos en estas manos.

    Mónica
    Si algo me consta es que el Padre Mateo intenta despolitizar el tema, porque es un militante en pro de la rehabilitación juvenil desde hace veinte años.

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  8. Hola Raúl!!

    Buen análisis y excelente analogía.Me llevas a pensar algo similar con mi país, si no hubiese tanto desempleo y tan malos salarios para la mayoría de la gente, seguro que no existiría la delincuencia que ha generado este gobierno de Alvaro Uribe Vélez.

    Un saludo desde Colombia!

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  9. supongo que el padre Mateo no pudo con la burocrasia y los dinosauros que estan metidos en ese sistema, que están allí pero que no han hecho nada por merjorar la situación que allí se vive.
    Y sin embargo, pudieron un puñado de ignorantes retrogrados con todas las ganas y la fuerza de renovación de alguien que si tenía ganas de hacer las cosas diferentes.
    En el inau el problema mayor no son los gurises eso se ve de lejos....

    saludos

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